Eso que no sufre no vive. (2010)
Las figuras políticas representadas por monumentos de bronce se erigen con la intención de perpetuar héroes nacionales e ideales como la soberanía, el establecimiento gubernamental y el poder de un país. Estas autoritarias imágenes ubicadas en lugares públicos, son a menudo rodeados por las palomas, que son consideradas como plagas urbanas para muchos. A través del señalamiento de la relación paradójica entre monumentos políticos y las especies no deseadas como las palomas, la pieza El Que No Sufre No Vive ilustra cómo ideologías y grupos sociales se enfrentan e interactúan y se en lugares específicos.